En riesgo la salud mental de los sanitarios

Durante un año los y las sanitarias han estado luchando contra el virus, una batalla de la que no ven fin y que les está dejando secuelas psicológicas que tardarán en sanar

Empeora la salud mental de los sanitarios

La pandemia agrava la salud mental de los sanitarios.

 

Llevan un año sin descanso. Una vuelta al calendario donde cada día que tachan es una pequeña victoria. Pero la victoria final no llega, y están agotados. Hoy hablamos del personal sanitario, ese que lleva doce meses luchando contra el el coronavirus. Mujeres y hombres que se enfrentan a situaciones traumatizantes y cuya salud mental se deteriora conforme avanza la pandemia. 

Las personas sanitarias pueden desarrollar lo que se conoce como el síndrome del burn out y el de estrés postraumático. Según alertan organizaciones médicas, la presión sanitaria a la que están siendo sometidos durante estos meses es extrema. Su salud psicológica se está viendo afectada. De hecho, según estudios recientes, casi la mitad de los profesionales presenta un riesgo alto de trastorno mental a causa de la pandemia y el 14,5% padece alguna afección mental discapacitante. 

 

El síndrome del burn out

El burn out es un fenómeno que puede ocurrir en el desarrollo de distintas profesiones, y viene a traducirse como “estar quemado”. Este síndrome implica la vivencia del día a día en el trabajo bajo un cansancio emocional enorme. El desgaste se traduce en sentirse ineficaz respecto a la profesión y desconectarse del trato humano, lo que puede generar sentimientos de culpa. 

Durante la crisis sanitaria que estamos viviendo los sanitarios están lidiando con situaciones que ya habían visto antes, pero nunca en esta intensidad y dimensiones. Día tras día tienen que ver cómo avanza una pandemia que ha vivido ya varios picos y olas. No pocas sanitarias han alzado la voz en sus redes sociales al ver imágenes de personas de fiesta o saltándose las reglas: ellas se encuentran al límite y ven que no tiene fin. 

La sensación generalizada, pero agudizada en los sanitarios, es de falta de control. Como si sus esfuerzos fueran insuficientes y nunca vieran la luz al final del largo túnel del coronavirus. Están viviendo situaciones muy intensas: comunicar malas noticias, anunciar la pérdida de un ser querido, presenciar fallecimientos de manera más frecuente y en condiciones más traumáticas en las que los familiares no se pueden despedir, … Todo ello puede ser muy abrumador y difícil de digerir. 

 

Estrés post-traumático

La reacción más extendida es la de la evitación. Los sentimientos de tristeza, frustración, ansiedad o miedo no dejan trabajar, así que intentan apartarlos de sus mentes. Sin embargo, a la larga esto produce más sufrimiento. Lo que no se exterioriza se puede encapsular y enquistar. Si sienten síntomas como fatiga, dolor de cabeza, irritación, sentimientos de frustración, depresión o pérdida de energías o concentración, puede que sean señales de que la salud mental de los sanitarios no está bien. 

Las personas sanitarias están expuestas de manera acumulativa a estas situaciones traumáticas, que generan miedo. Este miedo puede desembocar en shock, confusión, desorganización, estrés o paralización. Son situaciones que pueden desarrollar a la larga estrés post traumático, como el que viven quienes han pasado por conflictos bélicos. 

El apoyo social y psicológico es vital en estos casos. Empatizo cuenta con un equipo especializado en la escucha. Sabemos que la palabra sana. La comunicación alivia. El acompañamiento emocional y psicológico puede ayudar a llevar esa pesada carga con la que conviven cada día miles de sanitarios, a los que les queremos decir que no están solos. 

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