El año que sobrevivimos a una pandemia mundial

Estas serán las Navidades más atípicas en muchos años. Evitemos el tremendismo y centrémonos en lo positivo. Vive el día a día con resiliencia y aceptación, ¡hemos sobrevivido a una pandemia!

 

Navidades con resiliencia

El año que sobrevivimos a la pandemia.

 

Normas que cambian al compás de las cifras de contagios, incertidumbre, inestabilidad, desconcierto. Idas y venidas en las restricciones, en lo que se puede o no se puede hacer, frustraciones. Todos estos elementos no tienen por qué ser nuestro menú de Nochebuena ni Navidad. En su lugar, podemos poner en el plato resiliencia, paciencia, benevolencia y aceptación. Y amor. Puede que suene a cliché en estas fiestas tan señaladas, pero el amor, por los demás y por uno mismo, es el ingrediente que hace falta para sobrevivir a este 2020, el año que sobrevivimos a una pandemia mundial.

Estamos terminando uno de los años más difíciles de nuestras vidas. Parece, además, que 2020 nos ha guardado una traca final para este último mes, la mutación de la cepa que está haciendo que se vuelvan a cerrar fronteras y aumente el número de contagios. Quién hubiera pensado en la cena de Nochebuena del año pasado, cuando nos quejábamos de nuestro cuñado o ese sobrino adolescente absorbido por la pantalla del móvil, que estas Navidades les echaríamos de menos. Que estaríamos tristes y enfadados por no poder compartir esta noche. Nadie vio venir lo que se nos venía encima, ni en la más loca de las distopías. 

 

Sacrificios por unas fiestas seguras

Pero la situación es así. Tras muchos cambios en las pautas que hay que seguir para mantener las fiestas seguras, finalmente celebraremos unas reuniones mucho más limitadas. Y haremos honor a lo que ha sido este 2020: una reunión de Skype o Zoom. Porque no todos podrán estar en la mesa. Los hay que van a verse de nuevo a través de las pantallas porque se encuentran en otra comunidad autónoma u otro país y no han podido llegar a tiempo. Los hay que, desgraciadamente, ni siquiera están ya entre nosotros. 

Porque a las dificultades de logística y de vida se suma el duelo. Muchas personas han perdido a sus seres queridos a causa del coronavirus o sus daños colaterales. También por otros motivos, pero no han podido desarrollar su duelo con normalidad debido a las actuales circunstancias extrañas que estamos viviendo, en las que parece que lo urgente no deja paso a lo importante.  En Empatizo te ayudamos a lidiar con estas situaciones. 

Por eso, ante todo ello, Navidades con resiliencia. En este año hemos tenido que practicar más que nunca la paciencia y el manejo de la frustración. Miles de planes que teníamos en nuestras mentes se han ido al traste. Viajes, encuentros con amigos que hacía tiempo que no veíamos, celebraciones de todo tipo… y ahora las Navidades. Pero como seres humanos que somos, tenemos una extraordinaria capacidad de adaptación e instinto de supervivencia. 

 

Cinco consejos para ser más resiliente

Evitemos caer en la negatividad, la tristeza o la desesperanza para superar estas Navidades con resiliencia. Como decían los Monty Phyton, always look on the bright side of life, busca siempre el lado bueno de las cosas. Es época de buscar la positividad, evitar el tremendismo, pensar en el final. No sabemos cuándo llegará, pero seguro que llega. La pandemia tendrá su fin, no sabemos cómo será la vida después de estas restricciones, pero acabará. Y seguro que habremos aprendido cosas nuevas. 

Para afrontar estas Navidades con resiliencia, os dejamos cinco consejos o tips que os podrán ayudar: 

1- Vive día a día. Céntrate en el presente. No adelantes acontecimientos. Sabemos que cuesta mucho, pero con práctica, empezarás a notar que disfrutar del presente trae muchos beneficios.

2- Suelta, déjalo ir.  No siempre tenemos el control de las cosas, de hecho, casi nunca lo tenemos. Simplemente, deja que sea. No opongas resistencia a lo que está fuera de tú control.

3- Agradece. A los demás, a la vida, a ti. Siempre hay algo bonito en tu entorno, solo que a veces nos cuesta verlo.

4- Todo será ganancia. Piensa que de todo se aprende, y eso, de por sí, es una ganancia. Los cambios traen cosas nuevas, y solo por eso ya vale la pena.

5- Conecta con el que está. En un año donde echaremos de menos a mucha gente, céntrate en los que sí que están a la mesa. Guarda un recuerdo para los que no están, pero no dejes que ensombrezca el presente y disfruta de lo que te rodea. Todo pasará. 

 

 

Comparte

Be the first to write a comment.

Deja tu comentario