Ir al psicólogo no es de locos
Aún sigue habiendo muchos estigmas y tabúes acerca de ir al psicólogo, creencias que deberíamos desterrar en estos tiempos de pandemia donde el acompañamiento psicológico es más necesario que nunca

Tabúes de ir al psicólogo.
Cada vez es más normal, o está más normalizado, pero a día de hoy, todavía son muchos los que no se atreven a pedir ayuda psicológica cuando realmente la necesitan. Los tabúes, los estigmas, siguen rodeando esta práctica, que en realidad, en estos momentos históricos y pandémicos que estamos viviendo, se hace más necesaria que nunca.
Ir al psicólogo no significa que estés loco. Algo tan básico como esto aún no está del todo aceptado por la sociedad actual. Muchísima gente que acude al psicólogo no lo comenta abiertamente por miedo al qué dirán, aunque cada vez más esta situación va cambiando y mejorando; se va normalizando pedir apoyo emocional y psicológico. Pero sigue habiendo una parte importante de la población que cree que acudir a un especialista en salud mental es sinónimo de ser inestable, no ser de fiar, o padecer algún tipo de trastorno mental grave. A ello contribuye la visión que se ha dado en el cine sobre estos profesionales. Un diván, una persona tomando apuntes y haciendo preguntas incómodas…
Pero nada más lejos de la realidad. La atención psicológica nos ayuda a estar mejor emocionalmente, lo que repercute también en una mejor forma física. Nos sentimos más calmados, más felices. Mejoran nuestros niveles de serotonina, baja el estrés, mejora el sistema inmune. Igual que acudimos al médico cuando nos constipamos o nos torcemos un tobillo, debemos acudir a un especialista en psicología cuando sentimos otro tipo de frío interior o que algo se ha torcido en nuestras vidas.
Un psicólogo o coach es aquella persona que te va a ayudar a transitar en tu día a día, aportándote consejos, orientación, guía. Enseñándote a ver las cosas de otra manera. Por lo general, al psicólogo acudimos cuando no podemos manejar nuestras emociones y nos vamos limitando cada día.
Cuándo debemos ir al psicólogo
No hace falta llegar a estar extremadamente mal. No hace falta llegar a la depresión extrema para esperarse a ir al psicólogo. A veces son problemas en el trabajo, estrés, discusiones en casa… A veces es una pandemia mundial. Confinamientos, ertes, cuarentenas, pérdidas de algún ser querido a causa del Covid-19… Lo que está claro es que la situación actual no nos ayuda a estar en nuestro mejor momento.
Al final se trata de pequeños o grandes elementos que van rozando cada día hasta que al final se forma una herida abierta. Hay ciertos detonantes o situaciones que nos indican que es un buen momento para ir. Crisis personal, una ruptura amorosa, una pérdida de trabajo, el estrés por tomar algún tipo de decisión, alguna conducta perjudicial (sabemos que no nos hacen bien, pero no podemos dejar de hacerlo). A veces, simplemente es la soledad. Otras, la falta de concentración o de productividad, la falta de rumbo.
Hay miles de motivos para ir al psicólogo. Hay momentos en que una charla con tus amigos o familiares no es suficiente. La psicología no es magia. Requiere tiempo, ya que lo que se busca son soluciones duraderas. Cambios reales de actitudes y conductas. Para conseguirlo, ahora más que nunca tienes miles de opciones. Aléjate de la visión estereotipada del diván. Internet te ofrece todo un mundo de posibilidades, como Empatizo. El acompañamiento online puede ser la solución que estabas esperando. En estos mundos en los que ya nos hemos más que acostumbrado a videollamadas (gracias, pandemia), tienes a un solo clic la opción de conseguir esa guía o empujón que necesitas.
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