Depresión postvacacional en tiempos de coronavirus

Cada año, miles de personas sufren estrés al volver al trabajo. Este septiembre a la depresión postvacacional se le une el coronavirus

Depresión postvacacional en tiempos de covid.

Depresión postvacacional en tiempos de coronavirus.

Llega septiembre y, para muchos, es sinónimo de depresión postvacacional. Al trastorno que muchos sufren cada año se suma esta vez la incertidumbre y los miedos por el coronavirus y cómo va a afectar a su rutina laboral. ¿Seguiremos teletrabajando? ¿Tendremos que volver a las oficinas? ¿Me contagiaré allí? ¿Habrá recortes en mi empresa? Hoy os hablamos de la importancia de proteger la salud mental de los trabajadores y de esta depresión postvacacional en tiempos de coronavirus.

No cabe duda de que este verano ha sido el más raro de la historia reciente en nuestro país, y, nos atrevemos a decir, en todo el mundo. Hay quien ha podido disfrutar de unas vacaciones estivales, aunque hayan sido domésticas. Hemos cambiado instantáneas de viajes exóticos por fotos de pequeños grupos en alguna cena familiar en las que apenas se puede intuir sonrisas tras las mascarillas. Y eso con suerte, nos decimos algunos. Normalmente el verano sirve para desconectar de las rutinas y suele conllevar ciertas alteraciones en el humor a la vuelta a la cotidianidad laboral. ¿Qué pasa este año? ¿Hemos conseguido desconectar del todo? ¿Volvemos “frescos” a nuestra particular vuelta al cole?

 

Síndrome postvacacional

Ansiedad, tristeza, frustración, apatía,… son algunos de los síntomas relacionados con el síndrome postvacacional. Al fin y al cabo, no es más que un trastorno adaptativo, al que algunos se enfrentan mejor que otros. Normalmente suele desaparecer en unos días. Sin embargo, este año, los expertos auguran que el síndrome se agrave debido a la mochila que arrastramos desde que en marzo se decretara el estado de alarma. 

Por un lado, están los que tienen miedo de volver a su puesto de trabajo y contagiarse. Durante este periodo también son muchas las personas que no han podido afrontar el duelo en condiciones “normales”, por lo que podrían arrastrar eso también. Por otro, existe el gran temor ante una segunda ola de coronavirus y vuelta al encierro en nuestras casas. 

Muchas personas arrastran estrés postraumático derivado de los meses que tuvimos que estar encerrados a cal y canto. Se mezcla así una especie de claustrofobia con el síndrome de la cabaña, por el que muchos no quieren salir para no infectarse. A los del síndrome de la cabaña el teletrabajo les aliviará, mientras que a otros les provocará cuadros de agobios y ansiedades al verse encerrados de nuevo y privados de la socialización que implica acudir a un puesto de trabajo. 

Por último, tampoco podemos olvidarnos de un colectivo especialmente vulnerable: los que no tienen un trabajo al que volver. Autónomos que bajaron la persiana en su día y aún no se han recuperado, afectados por ERTES o directamente, despedidos. No experimentarán ningún cambio brusco en su rutina, pero se darán cuenta de que los demás sí tienen una a la que volver y ellos no, alertan los expertos. 

 

Consejos contra el síndrome postvacacional durante el coronavirus

Pero no os desaniméis. Aquí os dejamos unos consejos para que unos y otros lidien con la depresión postvacacional en tiempos de coronavirus de manera más eficiente:

  • En primer lugar, es importante no autoexigirse demasiado: Hay que empezar poco a poco, no de golpe. Rebaja tus expectativas -y las de tu jefe- y sé benevolente contigo mismo. 
  • Los jefes tendrán que tener más empatía: Y en Empatizo de eso sabemos un rato. Contamos con un servicio específico para empresas a través del cual prestamos atención y apoyo psicológico a los empleados y empleadas. El servicio se puede adaptar a cualquier escala. Los jefes también tienen derecho a ser escuchados. Todos tuvimos un final de curso muy duro. 
  • Vuelve a las rutinas saludables: en verano se nos va la mano con la dieta y sobre todo con el alcohol. Es importante empezar con los autocuidados. Menús saludables y moderados, alejados de los excesos veraniegos, nos ayudarán a descansar mejor por las noches.
  • No dejes el deporte: Si lo habías abandonado durante las vacaciones, retómalo. Si habías empezado en vacaciones aprovechando que has disfrutado más de espacios abiertos como playa, piscinas o montaña, no lo abandones. Intenta dedicarle cada día un poco al deporte, aunque sea caminar una media hora. 
  • Piensa en el aquí y ahora: solo se vive una vez, como decían las Azúcar Moreno. No sabemos qué pasará mañana, pero sabemos dónde estamos hoy y lo que podemos hacer con lo que tenemos a nuestro alcance. No anticipes. 

 

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